Ninguna empresa contrataría a nadie sólo por un examen, sin conocer su curriculum, sin una entrevista. El haber preparado muy bien un temario demuestra memoria, tenacidad y capacidad de sacrificio, si, pero una empresa busca otras cualidades como saber trabajar en equipo, saber relacionarse con compañeros, jefes y clientes, tener iniciativa, creatividad...
Seleccionando en base a un examen se puede contratar a un loco, a una persona de estas que consiguen levarse mal con todo el mundo y enrarecen el anbiente de trabajo, a alguien sin ninguna iniciativa que no hace nada sin que se lo ordenen, a un desconsiderado...
Luego te encuentras con un profesor al que no le gusta su trabajo y le dedica el menor esfuerzo posible, un médico peleado con medio hospital entorpeciendo el trabajo de los compañeros, un administrativo grosero que trata con descortesía a los administrados, o que tarda meses en resover cualquier asunto. Todos ellos pudieron ser buenos estudiantes y hacer un examen brillante.
La única ventaja de las oposiciones es la ecuanimidad, que se atiene sólo al resultado de las pruebas y no da pie a la discriminación, ni al enchufismo.
Es decir, se sacrifica la eficacia en la selección para evitar el enchufismo, el que se coloque a los amigos y familiares.
¿No habría otra manera de conseguirlo?
Se me ocurre, por ejemplo, que los funcionarios pasen a regirse por el derecho laboral como todos los trabajadores, dejen de ser inamovibles y puedan ser despedidos en las mismas condicones que los demás trabajadores.
Segundo, que sean responsables de los resultados de su trabajo. Quiero decir, que cada departamento administrativo tenga unos objetivos a cumplir, y que los jefes respondan de su cumplimiento,de forma que su carrera profesional dependa de su buena gestión, pudiendo llegar a ser despedido si no cumple.
Que sean los responsables de cada departamento quienes contraten, que contraten si quieren a sus amigos, pero sabiendo que si estos no cumplen los objetivos, pueden perder sus puestos los enchufados y ellos mismos.
Una idea para la selección de personal, es que sea la propia administración la que se encargue de la formación de los futuros funcionarios, por medio de cursos selectivos, por ejemplo. Quien quisiera ser funcionario, haría el curso correspondiente, y los mejores serían contratados. No se podría repetir, quien no lo superase debería buscar otro trabajo. Así no habría caso de jóvenes que pierden seis años preparando una oposición que finalmente no consiguen aprobar, como el que aparece hoy en un artículo de EL PAÍS
No hay comentarios:
Publicar un comentario